Suplementos de colágeno: por qué incluirlos en tu rutina

Suplementos de colágeno: por qué incluirlos en tu rutina

El colágeno es una proteína esencial para la salud de la piel, huesos, articulaciones y otros tejidos conectivos. Sin embargo, con el paso del tiempo, la capacidad de nuestro cuerpo para producir colágeno disminuye, lo que puede llevar a una serie de problemas de salud y estéticos. En este artículo, exploraremos la importancia de los suplementos de colágeno y por qué deberías considerar incluirlos en tu rutina diaria.

¿Cuándo se empieza a perder colágeno?

El cuerpo humano comienza a perder colágeno aproximadamente a partir de los 25 años de edad. A medida que envejecemos, la tasa de descomposición del colágeno en nuestro cuerpo aumenta, y la capacidad de síntesis de nuevo colágeno disminuye. Se estima que la producción de colágeno decrece aproximadamente un 1% cada año después de los 25 años (Shuster et al., 2005). Esta disminución gradual afecta principalmente la firmeza y la elasticidad de la piel, pero también tiene impactos significativos en los huesos y articulaciones.

Causas de la pérdida de colágeno

Varios factores contribuyen a la pérdida natural de colágeno, incluyendo:

Envejecimiento

El envejecimiento es el principal factor detrás de la reducción en la síntesis de colágeno. Conforme envejecemos, nuestras células productoras de colágeno, los fibroblastos, disminuyen su capacidad para producir esta proteína esencial. Esta disminución en la producción de colágeno se ve acentuada por la reducción de la calidad del colágeno que se produce, lo que resulta en una estructura de tejido conectivo menos resistente y más susceptible a daños y envejecimiento. La investigación ha mostrado que las fibras de colágeno se vuelven más gruesas y rígidas con la edad, lo que disminuye su capacidad para funcionar adecuadamente (Shuster et al., 2005).

Exposición solar 

La exposición a los rayos ultravioleta (UV) del sol tiene un impacto significativo en la descomposición del colágeno. Los rayos UV penetran en las capas de la piel y pueden alterar la estructura del colágeno mediante la activación de enzimas específicas, como las metaloproteinasas de matriz (MMP), que degradan el colágeno. Esto no solo acelera el proceso de envejecimiento de la piel, sino que también impide la formación de nuevo colágeno saludable. Estudios como los de Varani et al. (2001) han demostrado cómo la exposición prolongada a UV afecta adversamente la producción y la integridad del colágeno en la piel.

Dieta

La nutrición juega un papel crucial en la producción de colágeno. Una dieta deficiente, especialmente aquella baja en proteínas y nutrientes esenciales, puede limitar la capacidad del cuerpo para sintetizar colágeno. La vitamina C, en particular, es vital para la síntesis de colágeno, ya que actúa como un cofactor en la hidroxilación de los aminoácidos prolina y lisina, que son necesarios para estabilizar la estructura en espiral del colágeno. La falta de vitamina C puede llevar a una producción deficiente de colágeno, resultando en tejidos conectivos más débiles y una curación más lenta de las heridas.

Estilo de vida

El tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol tienen efectos negativos directos e indirectos sobre el colágeno. Fumar incrementa la producción de radicales libres en el cuerpo, los cuales pueden dañar las células y acelerar la degradación del colágeno. Además, el tabaquismo impide la circulación de oxígeno y nutrientes esenciales hacia la piel, afectando así la salud general del tejido cutáneo. Por otro lado, el alcohol puede alterar la síntesis de colágeno al interferir con la absorción de vitaminas y minerales necesarios para la producción de colágeno y también promueve la inflamación, lo cual puede contribuir a la degradación del colágeno.

Efectos de tener niveles bajos de colágeno para la salud

La deficiencia de colágeno en el cuerpo puede tener impactos significativos en diversos sistemas y tejidos, llevando a una variedad de problemas de salud. A continuación, se detallan estos efectos en más profundidad:

Piel

La piel es uno de los órganos más afectados por la disminución de colágeno. Con menos colágeno, la piel pierde su capacidad para mantenerse elástica y firme, lo que lleva a la formación de arrugas y líneas finas. Además, la piel se vuelve más delgada y más seca, perdiendo su capacidad para retener humedad. Esto no solo afecta la apariencia estética, sino que también incrementa la vulnerabilidad de la piel a daños por factores ambientales, como los rayos UV y la contaminación, que pueden acelerar aún más el proceso de envejecimiento (Borumand & Sibilla, 2014).

Articulaciones

En las articulaciones, el colágeno es crucial para mantener la integridad y la función del cartílago articular, el cual actúa como un amortiguador y facilita el movimiento suave de las articulaciones. Con niveles bajos de colágeno, el cartílago se debilita y se vuelve más susceptible al desgaste. Esto puede llevar a condiciones como la osteoartritis, que se caracteriza por dolor, inflamación y reducción de la movilidad articular. La suplementación de colágeno ha demostrado ser beneficiosa en algunos casos para mejorar los síntomas y la función articular en pacientes con osteoartritis (Moskowitz, 2000).

Huesos

El colágeno también desempeña un papel fundamental en la estructura y densidad ósea. Actúa como el armazón sobre el cual se depositan minerales como el calcio, contribuyendo así a la fortaleza y la rigidez de los huesos. Una deficiencia en colágeno puede llevar a una reducción en la densidad mineral ósea, lo que incrementa el riesgo de fracturas y condiciones como la osteoporosis, especialmente en mujeres postmenopáusicas y en personas de edad avanzada (Saito & Marumo, 2010).

Otros tejidos 

El colágeno es vital para la estructura y la función de otros tejidos como ligamentos, tendones y vasos sanguíneos. Estos tejidos dependen del colágeno para mantener su fuerza y elasticidad. La deficiencia de colágeno puede resultar en ligamentos y tendones más frágiles, aumentando el riesgo de lesiones.

Cómo prevenir la pérdida de colágeno

Aunque el proceso natural de pérdida de colágeno no puede detenerse completamente, puede ser mitigado. Algunas estrategias incluyen:

Suplementación de colágeno

Los suplementos de colágeno pueden ayudar a reponer los niveles de esta proteína vital. Estudios muestran que la suplementación con colágeno puede mejorar la salud de la piel y las articulaciones (Proksch et al., 2014).

Protección solar

Limitar la exposición al sol y usar protector solar para proteger la piel de la degradación del colágeno causada por los UV.

Dieta saludable

Consumir una dieta rica en proteínas y vitaminas, especialmente vitamina C, que es crucial para la síntesis de colágeno.

Evitar el tabaco y el alcohol

Reducir el consumo de sustancias que degradan el colágeno. 

 

La inclusión de suplementos de colágeno en tu rutina diaria puede ser un paso efectivo para mitigar la pérdida de esta proteína esencial y mantener tu salud a largo plazo. Si estás considerando suplementos de colágeno, consulta con un profesional de la salud para asegurar que es adecuado para ti y para obtener recomendaciones sobre los tipos y dosis.

 

Referencias

Shuster, S., Black, M. M., & McVitie, E. (2005). The influence of age and sex on skin thickness, skin collagen and density. British Journal of Dermatology, 93(6), 639-643.

Varani, J., Spearman, D., Perone, P., Fligiel, S. E. G., Datta, S. C., Wang, Z. Q., … & Fisher, G. J. (2001). Inhibition of type I procollagen synthesis by damaged collagen in photoaged skin and by collagenase-degraded collagen in vitro. American Journal of Pathology, 158(3), 931-942.

Moskowitz, R. W. (2000). Role of collagen hydrolysate in bone and joint disease. Seminars in Arthritis and Rheumatism, 30(2), 87-99.

Proksch, E., Segger, D., Degwert, J., Schunck, M., Zague, V., & Oesser, S. (2014). Oral supplementation of specific collagen peptides has beneficial effects on human skin physiology: a double-blind, placebo-controlled study. Skin Pharmacology and Physiology, 27(1), 47-55.