María Eskitxabel, profesora de yoga y nutricionista holística española afincada en Guethary, al norte de Francia. Creció en una familia donde la nutrición y el movimiento jugaban un papel importante, por lo que desde pequeña se interesó por la salud y el bienestar.
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El Equinoccio de Primavera es un momento importante para ser intencional acerca de las semillas y los sueños que queremos plantar en nuestra vida, a la vez soltamos y dejamos ir las capas que no nos sirven de invierno.
Es momento de alinearse con el ritmo de la naturaleza y dar la bienvenida a la renovación y a los nuevos comienzos. Cuando nos sincronizamos con el ciclo de la tierra, el sol y la luna, cultivamos de forma natural el equilibrio emocional, la recalibración espiritual, el despertar físico y la claridad mental.
Es un momento muy cargado para honrar al sol en su viaje hacia una mayor iluminación, al tiempo que reconocemos que el ciclo nacimiento-muerte renacimiento vive dentro de cada uno de nosotros, y puede ser el momento de hacer una limpieza interna.
Con intención, podemos sintonizar conscientemente con el equinoccio para reflexionar sobre nuestro actual momento vital. El equilibrio entre la oscuridad y la luz en este día nos recuerda que nuestra iluminación y nuestra sombra son igualmente importantes para que exista crecimiento. La fuerza de la naturaleza es abundante y cuando nos fusionamos con sus ritmos, cuidamos nuestro interior y tenemos muy claras las visiones que queremos manifestar en nuestra vida, podemos plantar nuestras semillas y verlas crecer.
Siente la alegría de la primavera, huele las flores, camina descalzo por la tierra, planta semillas, escucha el canto de los pájaros, escribe tus sueños en un diario, aliméntate con alimentos de temporada y despréndete de las formas de ser que te limitan. Este es un momento sagrado para honrar tu viaje personal hacia nuevos comienzos, abundancia y creatividad.
Ritual de primavera:
Intención: Abrazar nuevos comienzos, liberar lo que no te sirve y dar la bienvenida a la energía de la primavera.
- Busca un espacio al aire libre si es posible, o en el interior con una ventana abierta para que entre aire fresco.
- Crea un altar con flores, objetos de la naturaleza o flores y hierbas: ¡elige lo que más te guste! Incluye cristales, imágenes, palabras, etc. que reflejen cómo estás preparada para entrar en este ciclo de tu vida.
- Siéntate a reflexionar en silencio. Enciende las velas y visualiza lo que has dejado atrás: formas de ser y de creer, hábitos y ritmos. Con compasión, respira dentro de ellas, permite que se suavicen. Imagina la vida sin estas creencias, patrones o hábitos limitantes.
- Acoge el espacio a tu alrededor y respira profundamente. Visualiza tu cuerpo ahora rodeado por la energía del sol. Comienza a dar la bienvenida a semillas de compasión, aceptación y reconocimiento por todos los momentos buenos y difíciles que has soportado.
- Acepta que todo en la vida es cíclico. ¿Qué semillas estás dispuesta a plantar ahora en tu vida? Visualiza esas semillas siendo plantadas dentro de tu propio cuerpo ahora, como rayos de luz, o estrellas, ¿puedes recibirlas completamente? Estas semillas pueden venir como visiones, imágenes, palabras o simplemente respirando profundamente. Anota tu experiencia en un diario.
Cómo alimentarse esta primavera
La primavera es la época del año en la que fauna y flora se reactivan tras el invierno. Se aceleran los procesos vitales, el metabolismo y a la vez aumentan las funciones de desintoxicación y limpieza del organismo. El cuerpo se activa para adaptarse a los cambios de temperatura, biorritmo y estilo de vida y, por tanto, se favorecen los procesos de depuración y eliminación de los excesos acumulados durante el invierno.
La naturaleza es sabia y nos ofrece, durante esta temporada, verduras y hortalizas ricas en antioxidantes, vitaminas y estimulantes de las funciones hepaticobiliares, que facilitan el proceso de limpieza.
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Según la medicina tradicional china, debemos aprovechar las estaciones de transición entre el frío y el calor y entre el calor y el frío para resetear el cuerpo, limpiarlo de todas las toxinas y los excesos acumulados durante la estación anterior y prepararlo para un cambio de temperatura y horas de luz.
La primavera se representa con el elemento madera y los órganos de hígado y vesícula biliar. En esta época, los órganos se reactivan y también lo hacen las funciones de desintoxicación. Por lo tanto, si tenemos un hígado cargado, los síntomas se pueden hacer sentir de manera más aguda en forma, por ejemplo, de alergias, astenia o bajada de defensas. Según la medicina tradicional
china, un hígado cargado, también se puede expresar a través de un estado de ánimo más irritable, sentimientos de frustración, ansiedad y enfado.
Por todo ello, además de las verduras y frutas que nos brinda la estación, es un buen momento para plantearnos aumentar el consumo de otros que favorezcan las funciones de estos órganos como crucíferas, vegetales amargos, té verde y fermentados como el miso, la ciruela umeboshi, los pickles, el té kombucha o el kéfir. También es un buen momento para hacer un descanso de fármacos y evitar comer en exceso, aunque sean alimentos de buena calidad, sobre todo de
noche, que es cuando estos órganos se regeneran.