Colágeno y menopausia: una visión integral de la salud

Colágeno y menopausia: una visión integral de la salud

La menopausia es una etapa de transición marcada por una serie de cambios hormonales, fisiológicos y metabólicos. La disminución de estrógenos no solo afecta la fertilidad: también tiene un impacto directo en la densidad ósea, la salud cardiovascular, la elasticidad de la piel, la composición corporal y el equilibrio intestinal.

En este contexto, la ciencia de la nutrigenómica y la suplementación con colágeno surgen como herramientas clave para modular estos procesos desde dentro y apoyar un envejecimiento saludable con base científica.

¿Qué es la nutrigenómica?

La nutrigenómica es la disciplina que estudia cómo los nutrientes influyen en la expresión genética. No se trata solo de "comer bien", sino de entender cómo ciertos compuestos bioactivos pueden activar o desactivar vías metabólicas específicas.

Durante la menopausia, este enfoque resulta especialmente relevante, ya que los cambios hormonales alteran la forma en que el cuerpo procesa y utiliza nutrientes como el calcio, el magnesio, la vitamina D y el colágeno. Comprender estas interacciones permite diseñar estrategias nutricionales personalizadas para mejorar parámetros como la densidad ósea, la composición corporal y la salud intestinal.

Colágeno y menopausia: ¿por qué es relevante?

Con la caída de estrógenos, la síntesis natural de colágeno disminuye de forma acelerada. Esto repercute en múltiples sistemas:

  • Pérdida de firmeza, hidratación y elasticidad de la piel

  • Riesgo incrementado de osteoporosis y fracturas

  • Dolor o rigidez articular

  • Alteraciones en la mucosa intestinal y mayor inflamación sistémica

El colágeno hidrolizado, especialmente en su forma de péptidos de bajo peso molecular, es capaz de estimular a los fibroblastos para promover la producción endógena de colágeno, ácido hialurónico y elastina. Esto se traduce en beneficios estructurales visibles, pero también en mejoras funcionales, como mayor movilidad, mejor absorción de nutrientes y un microbioma más equilibrado.

¿Se puede tomar colágeno durante la menopausia?

Sí. De hecho, diversos estudios recomiendan el uso de colágeno hidrolizado como parte de una estrategia preventiva y regenerativa en esta etapa. Sus beneficios incluyen:

  • Mantenimiento de la densidad mineral ósea

  • Mejora en la firmeza y elasticidad de la piel

  • Apoyo a la salud articular y movilidad

  • Protección de la mucosa intestinal

  • Favorece un entorno intestinal antiinflamatorio y regulador

Según Zdzieblik et al. (2021), la suplementación con colágeno mejora la composición del microbioma y promueve bacterias beneficiosas. León-López et al. (2019) refuerzan su papel en la protección de la mucosa intestinal. Ambos efectos son fundamentales para mitigar síntomas típicos de la menopausia desde un enfoque sistémico.

La sinergia entre colágeno, microbiota y nutrigenómica

La ciencia actual apunta a un modelo más interconectado de envejecimiento: los nutrientes como el colágeno no solo refuerzan tejidos, sino que interactúan con el microbioma, la inflamación crónica y la expresión génica.

Una microbiota equilibrada, por ejemplo, favorece el metabolismo de los estrógenos y puede reducir la intensidad de síntomas como los sofocos, los cambios de ánimo o la fatiga. Además, mejora la absorción de micronutrientes clave para esta etapa, como el calcio y la vitamina D.

Por eso, el colágeno no debe verse como un suplemento estético, sino como un modulador biológico con efecto estructural y funcional.

Una herramienta integral para la transición

La menopausia no tiene por qué vivirse como una pérdida de capacidad o vitalidad. Puede ser una oportunidad para redefinir el autocuidado con base científica. La integración del colágeno hidrolizado como parte de una estrategia de salud personalizada permite abordar esta transición con más energía, movilidad y bienestar.

En SESĒN apostamos por fórmulas de colágeno de alta biodisponibilidad que no solo actúan sobre la piel o los huesos, sino que están diseñadas para apoyar el equilibrio del organismo desde dentro, respetando sus necesidades bioquímicas durante cada etapa.